“En aquellos días, diez hombres de las naciones agarrarán el manto de un judío, diciendo: iremos contigo, porque hemos oído que Dios está contigo.” (Zacarías 8:23)
La Torah es una herramienta de transformación humana, no es en absoluto una novela de un drama familiar y la huida de un lugar hacia otro. La Torah es una estrella fugaz que busca a un determinado tipo de almas, las cuales en función de su mérito espiritual sienten mayor o menor afinidad a esta LUZ Divina, porque Hashem/Dios se presenta al mundo gracias sus embajadores, los Judíos los cuales mostraron al resto de los pueblos, "que Dios existe gracias a Israel, porque sin Israel Dios no existe".
Naturalmente los aspectos astrológicos del sujeto a llamar influyen profundamente en como este nativo puede comprender el arma de guerra de Adonai contra el azote astral de la serpiente que inunda este mundo y lo hace hostil. La reencarnación y deudas de tikun y/o kármicos hacen más divertido el campo de batalla. Esta guerra tiene fecha de caducidad en el año 6000 siendo hoy 5786, pudiera parecer lejana está, pero al contrario la energía de bendición se presenta antes de prender las velas del shabbat de cada viernes a la noche, siendo las horas anteriores muy duras siendo Adam y Java/Eva quienes hicieron padecer a sus descendientes de tal aflicción que hoy los modelos de lenguaje IA quizás rediman a los hijos de Cain.
Entonces, ¿Qué hace la Torah con los Israelitas y cómo transforma a las naciones goyim también?
Lo primero de todo que enseña es las leyes Noajidas, las cuales son espadas contra los enemigos de Dios. "El amar a tu prójimo como a ti mismo" es un #ICBM argumentativo muy difícil de esquivar para aquellos alejados del Creador.
Si bien por múltiples razones los pueblos goyim olvidaron que pasa sí robas y como se paga esto en las siguientes vidas. También nos cuenta creativamente la Torah a los Israelitas que pasa si te dedicas únicamente a comer lentejas, olvidándote de tu primogenitura: tener descendencia. Este mal que ocasionas se multiplica exponencialmente en la siguiente reencarnación, por eso hay vidas presentes "buenas y malas", luego uno debe aprender a tomar consciencia de la Luz Solar que le dio la vida, ese ojo izquierdo anclado en las constelaciones que necesita juntar el ojo derecho del Sol/Consciencia para entender y aceptar, que clase de carta natal te ha tocado en función del pasado de tu estirpe familiar.
Lamentablemente el pueblo de Israel se multiplicó masivamente siendo una de las poblaciones más grandes mundiales, sin reconocimiento Halájico claro, ya que debe ser que Esav no es Carne de Carne de su hermano Israel/Jacob...
Lo que pasa es que en cada expansión del árbol llamado Israel, ciertas ramas se van perdiendo, muchas de pudren, otras dejan de dar fruto, otras tienen injertos peligrosos. Creando cada vez mayor confusión entre Israelitas y judíos, siendo los segundos quienes peor entienden a Esav su hermano amante de las Espadas, la Yeshiva se aleja del barro de la vida, del tikun de Caín y de los retos de este mundo. La no responsabilidad de ser Or laGoyim, (אור לגויים) luz de las naciones.
Consecuentemente dado que estamos en la etapa final, cada generación de Israel es más pequeña en número, pero más pura en chispa. Porque Israel no necesita conquistar, ya que la Torá no busca masas, busca fidelidad. Este proceso es interno: Estudió, cumplimiento y transmisión de padres a hijos.
La elevación es vertical, no horizontal: cada generación más cerca de Hashem siendo la luz en su rostro el rostro del pacto.Israel “gana” simplemente permaneciendo fiel.
El destino de las naciones
Siendo curioso lo que pasa cuando se quedan solos, sin nadie que devorar, se consumen en su propia oscuridad:
Roma cayó.
Babilonia cayó.
El califato cayó.
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Porque su raíz es Cam: no crean, solo roban.
Su final es inevitable: colapso, división, auto devoración. No es sorpresa que hoy Europa importa a Cam proporcionalmente a la velocidad de su colapso.
Israel Destino de Israel
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Israel no necesita imponer su fe al mundo, Esav si lo hizo (Democracia) e Ishmael también (Sharia)
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Solo necesita ser fiel a Hashem y seguir su propio Tikún.
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Hashem mismo se encarga del juicio de las naciones conforme a sus obras.
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Israel no vigila al prójimo, porque sabe que es Hashem quien vigila todo.

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