Posiblemente, una de las armas más poderosas de la historia no fue forjada en ninguna herrería humana, sino que está encerrada dentro de la Torá. Sorprenda o no, esa espada no es otra que
la Verdad que porta esta excalibur liberada, porque esta espada no es humana es la de Hashem. Un arma que no se blande con las manos si no con el alma que porta nuestra palabra, la cual el verbo ha matado más que cualquier acero y matara por mucho tiempo diría... Porque este acero espiritual:
distingue entre lo que merece ser ahogado y lo que merece vivir.
Entonces poniéndonos en contexto, acaso no fue los tiempos del diluvio, tiempos de juicio total. Toda tierra sumergida bajo unas aguas ardientes ¿Por qué? Porque no había Tikún, no había esperanza, no había retorno para los protagonistas de su tiempo, al igual que hoy han sido nuevamente medidos.
Consecuentemente, ¿por qué no aplicar la misma vara de medida, en un mundo que se dice ético y moral, pero se arrodilla ante falsos derechos, falsos profetas y falsas víctimas? Donde el amar al prójimo goza por su ausencia. Porque toda esta moralidad contemporánea está basada en el doble estándar, en la culpabilidad perpetua e indemnizable donde el Ego es el Rey del cuento de la apariencia de bondad es lo que cuenta en absoluto. Luego el no dormir o mirarse al espejo refleja un juicio Divino que cae sobre el o ella, mas no es lo único que pasa que alguno piensa solucionar con 4 pastillas que engañaran al cuerpo pero no el alma que debe declarar ante el altísimo cada 20 minutos y ni digamos por la noche...
Porque como indica la imagen de la espada: אמת (Emet) es Alef, Mem, Tav → Verdad total pero si le quitas la א (Álef), queda מת (Met) muerte
Por eso en la espada, está grabado אמת como juicio total:
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El que vive en verdad, vive con Alef: vive con Hashem, vive.
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El que falsea, miente, corrompe, pierde la Alef: se queda con מת – y muere
Así como Excalibur estaba clavada en la roca, también la espada de la Verdad está clavada en la Torá. Solo el justo puede alzarla. No el que la prédica, sino el que la cumple.
Por eso no fue hecha por hombre, porque está divide a los hombres como el juicio de Shlomó: entre lo que aún puede ser salvado y lo que ya está muerto aunque camine.
Ya que vamos hacia un mundo donde no hará falta matar ni discutir. Será suficiente hablar o mejor dicho escuchar. Porque la palabra de cada quien será su espada y el espejo del alma quedará sin velo ante el juicio, ya que el mal no será vencido: se reflejará a sí mismo y huirá avergonzado.
Ea aqui como se debe desenvainar y empuñar esta arma contra malvados que aun creen que tienen valor ante los ojos del creador, cuando serán alimento para el océano abisal en donde el olvido reina.
Los Siete Mandamientos de Noaj (versión Afilada)
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No adorarás ídolos
Idolatría no es solo besar estatuas. Es confiar en gobiernos corruptos, en logos vacíos, en diplomas de cartón. Es arrodillarse ante la ciencia sin alma o los derechos humanos sin responsabilidad.
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No maldecirás a Dios ni a Su imagen en el hombre
No hables mal de nadie a la ligera: unos reflejan al Creador como ojos, otros como culos… El juicio que das es el juicio que te será devuelto.
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No asesinarás
Esto incluye desde la masturbación, el aborto, los impuestos confiscatorios, y cualquier acción que mate el alma, la simiente o el tiempo vital de otros. El asesino no siempre usa cuchillo. A veces viste de traje con corbata y habla de manera inclusiva.
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No corromperás el templo
Perversiones sexuales, desviaciones varias , juegos de carne y exibicionismo vacíos... todo eso es disolución del Tikún de ambos. La semilla que no es sembrada para dar fruto de luz acabará dando oscuridad placentera que uno no se percata de las consecuencias presentes y futuras que acarrea.
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No robarás
No robarás el pan, ni el tiempo, ni el alma de otro. No cobrarás sin trabajar, ni vivirás como parásito del esfuerzo ajeno. El que roba se roba a sí mismo el destino y suele cobrarse un peaje de 10% aproximado.
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Establecerán jueces rectos
No burócratas ni funcionarios del sistema. Jueces con Tikún, que han sufrido, callado y aprendido. No necesitan toga. Necesitan alma y discernimiento. Justicia popular, separada del Estado corrompido al son de las elecciones.
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No devorarás lo vivo
No practicarás canibalismo literal ni simbólico. No explotarás hasta el hueso. No vivirás de la destrucción del prójimo.
Concluyendo:
Acaso hacen falta: constituciones, dogmas y parlamentos. Cuando con solo siete leyes somos capaces de tanto cambio, porque con ellas, todo político cae, todo filósofo se calla, todo moralista moderno se delata.
El que las cumple es humano y el que no… es una bestia, aunque sepa leer y vaya vestido, el filo del arma le conduce al olvido.
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